¡Animo!
Los pájaros no saben aún de tu dolor
En la niebla
El mar
Toca en tus ojos y se extraña
De esas violetas que te nacen en los párpados
Sufrir
No es clavarse las sombras en el pecho
Has nacido gigante
No lo olvides
Sé que llorar deja un olor prendido
En la tristeza
Que no es el aroma de la tierra mojada
Tras la lluvia
Que las penas pisan con tacones duros
Que el dolor
No sabe nunca entrar despacio
Mi mano estará lista
No lo olvides
Colocaré junto a tu espalda
Mis amorosas vértebras de padre
Y aguantaremos juntos
Tus penas
De granito
¡Ánimo!
La luz de la mañana, la limpia
Claridad del día, entra en tu corazón
Sin ver el humo
El cielo
Te mira con ojos infinitos y no acierta
A descubrir dónde te clavan
Las avispas
Sufrir
No es beberse la noche en el silencio
No te cuelgues la tristeza
En la solapa
Es la hora crucial para los náufragos
Agárrate a la vida, y no la sueltes
Mi mano estará lista
No lo olvides
Colocaré junto a tu espalda
Mis amorosas vértebras de padre
Y aguantaremos juntos
Tus penas
De granito
En ti, no lo olvides
Puso tu madre la huella de la almendra
De su sangre -¡mujer, cómo te amo!
En ti confío yo. En ti
Carne pequeña
En ti dejo mi sueño desnudo como un beso
Y mi amor infinito
Recuerda
Un día vendrá a tu soledad
Un vino dulce
Como llegó hasta mí -¡mujer
Cómo te amo!
Y poblareis de gaviotas otros mares distintos
Y serán otros los besos, pero iguales
Entonces
La tristeza será, como la noche
Algo que olvidar
Cuando amanece
Mi mano estará lista
No lo olvides
Colocaré junto a tu espalda
Mis amorosas vértebras de padre
Y aguantaremos juntos
Tus penas
De granito