Despacito, distraído, como ausente, te encontraste con sus ojos.
Que pedían que aflojaras la mirada, que tuvieras piedad
La paciencia es un bien que no tuviste y ahora ya no queda tiempo
La disculpa una mentira de otro mundo en el que nunca estas...
No nacimos para esto, ni para mil horas mas
En sus piernas encontrabas la perfecta excusa para todo,
En sus pechos el idioma para ciegos gritando sin parar
En su sexo te olvidabas entre llantos el mejor de los consejos,
Como un mago sin galera y sin conejo y sin paloma de la paz