El cruzó el mar desde el norte frío, con el corazón partido y un sueño en la mente.
Volvió a su tierra donde el sol es fuego, a buscar la verdad, a enfrentar su suerte.
Será mi sangre la que corrió en su vientre, será mi amor el que ella reclama.
Dios me guía y el estuicismo me alienta, pero el miedo me abraza y la duda me quebranta.
Dos mujeres esperan, cada una en su mundo, una trabaja duro, la otra enciende mi lujuria.
Pero hoy no es de amores, hoy es de preguntas, de un niño que nació, de una vida que duda.
Rona en la mesa, cerveza en la mano, cocino pa' olvidar y pa' calmar este llanto.
Ya no hay mitos, solo un amigo lejano que también emigró, que también está extraño.
Y en medio de todo una joven apareció, con risa fresca y un fuego que encendió.
Le gustan las noches, los placeres sin ley, las orgías, el riesgo y el juego de rey.
Pero yo con mi fe y mi estoica razón, sé que el exceso no es más que ilusión.
Aunque la tentación ronda mi puerta, Dios y la filosofía me dan fuerza cierta.
Será mi sangre la que corrió en su vientre, será mi amor el que ella reclama.
Dios me guía y el estoicismo me alienta, pero el miedo me abraza y la duda me quebranta.
Perungo, Ribandarrazao.
Las vacaciones se alargan, el tiempo no espera, el niño ya está aquí con sus ojos de esperanza.
Yo enamorado de estar enamorado, hoy enfrento la vida, hoy enfrento mi alma.
No soporto las tromas, las risas pasadas, esto es serio, es mi vida, es mi cruce, es mi carga.
Pero sigo creyendo en Dios y en la calma, que al final de este viaje sabré la verdad.
Será mi sangre la que corrió en su vientre, será mi amor el que ella reclama.