Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo
Nací en el equinoccio bajo las hortensias
Tenía yo un profundo mirar de pichón
Lanzaba suspiros de acróbata
Tenía yo un profundo mirar de pichón
Lanzaba suspiros de acróbata
Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables que la noche
Amo la noche, sombrero de todos los días
Tenía yo un profundo mirar de pichón
Lanzaba suspiros de acróbata
Tenía yo un profundo mirar de pichón
Lanzaba suspiros de acróbata
Lanzaba suspiros de acróbata