Culpaste al destino de jugar al azar contigo
Besaste el fracaso y no tardó en hacerse amigo
Se lo permitiste pero él no pide permiso
Comiste de otros ahora sírvete tú mismo
Cerró con pestillo tu boca contra el bordillo
Pedías silencio
Ahora quién oye tus gritos
No hay más de lo normal
Es la dosis perfecta
No hay resto de piedad
Es una mierda
No hagáis ruido al entrar
Ni al cerrar la puerta
No vamos a cambiar
Es culpa vuestra
Por no defraudarte te daré tu merecido
Sin decepcionarte, dejaré que seas herido
Y de haber podido, nunca te hubiera elegido
Y sé que es muy frío y lo mal que está decirlo,
Pero clavarías un cuchillo arrepentido
Y yo saltaría al vacío antes de hundirlo
No hay más de lo normal
Es la dosis perfecta
No hay resto de piedad
Es una mierda
No hagáis ruido al entrar
Ni al cerrar la puerta
No vamos a cambiar
Es culpa vuestra
Es culpa vuestra y no vamos a cambiar
Es culpa vuestra, no vamos a cambiar