Deshabito el sueño, la razón y el nombre, me gesto, me rearmo, me invento, me vomito
Dactilar por dactilar, borro las huellas y tus pasos
No queda hambre, ni sed, ni entraña que te busque en esta paz de agonías y de vacíos
Enjuto el gesto, entorno la memoria, los ojos, los labios y apenas si miro
Lejana, ajena y extraña, tu voz se diluye, en los sudores de la madrugada, drugada
Y los aromas, los gestos mudos, las palabras verdes, rojas, sin sentido
¿Quién eres? ¿Quién fuiste? No queda ni el eco de una mentira
Ni fantasma, ni luto, ni asunto pendiente, ni espina
Deshabito el sueño, la razón y el nombre, me visto entero de olvido