Que mal que cuando a mí te acostumbraste
Y era dulce contigo, mi vida, todo te dí...
Inventaba razones para culparme
Diste rienda suelta a tu deseo de engañarme
Que mal que cuando quise llorar
Diste media vuelta, fuiste atroz, malvado y cruel
Podrás probar otra piel, podrás sentirte atrapado
Volverás cuando esa miel deje sabores amargos
Esconderás la mirada cuando te hable de ella
Mientras el sol oscurezca me habré librado de ti