Qué conflicto tuvimos, madre querida
Que nunca fui capaz de entender
Con cada mujer perdí mi vida
Y en la huida encontré mi poder
Por eso a todas abandoné
Justificando mi temor
Como si al amar algo muriera
En lo profundo de mi interior
Ahora, madre, lo comprendo
Entiendo al fin tu dolor
Quisiste detener mi vida
Cuando apenas empezaba el amor
Tú sufriste un cruel abandono
Y me diste un modelo frío
El miedo a que quien más te ama
Un día se vuelva vacío
Y así aprendí a protegerme
A cerrarme al mundo entero
Haciendo de la huida un arte
Con el corazón de acero
Por eso todas abandoné
Justificando mi temor
Como si algo al amar muriera
En lo profundo de mi interior
Ahora, madre, lo comprendo
Entiendo al fin tu dolor
Quisiste detener mi vida
Cuando apenas empezaba el amor
Tu sufriste un cruel abandono
Y me diste un modelo frío
El miedo a que quien más te ama
Un día se vuelva vacío
Y así aprendí a protegerme
A cerrarme al mundo entero
Haciendo de la huida un arte
Con el corazón de acero
Siempre temí a la vulnerabilidad
A depender de los sentimientos
Y en la coraza hallé mi paz
Mientras perdía mis sueños lentos
Pero una mujer llegó un día
Con luz en sus ojos y amor en su voz
Y en su abrazo hallé la vida
En su amor hallé a Dios
A ti, madre, y a todas ellas
A las que herí sin saber
Hoy les pido perdón y estrellas
Pues en su amor renací también
Ahora soy libre, madre querida
De la sombra de mi propio miedo
Gracias a una mujer divina
Me atreví a amar sin remedio.