Me gritas otra vez, así como de costumbre
Contigo, ya de plano se nos apagó la lumbre
Será que ya pelearnos se ha hecho ya rutina
Me estoy volviendo loco, ya no encuentro la salida
Te busco y te me escondes, darme la espalda es tu partida
De tanto pedir perdón me estoy quedando sin saliva
Será que con nosotros se confundió Don Cupido
Estoy casi llorando, miro al cielo y le suplico
Por Dios que me perdone esta ofensa y mi pecado
Que lo único que hice es estar enamorado
Que en cuerpo y alma yo te entregué mi corazón
Y tú como si nada nunca te importó mi amor
Suplico que algún día, después de todo me perdones
Que ser el hombre que quisiste yo nunca pude
Y también que me cure ese corazón tan necio
Que no deja de pensar en ti pa´ ver si me respondes
Te pido que perdones el pecado de enamorarme