Camino hacia mi destino
Cabeza alta, sin mirar atrás
Afronto la condena convencido
De que he cumplido con mi deber
No me importa lo que hagan conmigo
Porque sé que mi negación no será en vano
Tras de mi dejo un legado inconformista
Testamento rebelde de un ser humano
Soy el eterno enemigo
El negador de la santa palabra
El que no encomienda su destino
A la imagen sagrada
Cobardes bastardos, me torturan
Mientras mis manos están atadas
Ojos vendados para no poder ver
Mi propia sangre derramada
El sonido de mil gargantas
Agonizan pidiendo perdón
Quemándose en la caldera
De la divina exterminación
Soy el vinagre en la herida
El dedo en la yaga
La lengua de fuego que escupe
A la imagen sagrada
El largo camino hacia mi calvario no ha hecho más que comenzar
El abrazo mortal de las llamas es mi destino final
Siento el calor bajo mis pies
Atado, desnudo y con los ojos vendados
No habrá una próxima vez
Mi tiempo ya se ha agotado
Y me quemo, arden mis entrañas
Me consumo con la fuerza de las llamas
Mi aliento muere gritando al cielo
Noooo, noooo, noooo
No a vuestra falsedad!