Ven caminemos la noche
Prendidos al suspiro de la ciudad
Dejemos que la luna
Se muera de los celos
Mirando de reojo tu cintura
Rosándonos de cerca la locura
Vas a sentirte un paisaje
Cantando las canciones de mi lugar
Dejemos los relojes velando nuestro tiempo
A ver si se animan a volver
De sangre y desvelo nuestra piel
Que la prisa de tus días
Desesperada se detenga
Sobre la brisa del silencio al andar
En la inocencia del deseo de amar
En el abismo de mi cerro a tu mar
En la fortuna del deseo de amar
Que tu norte con mi sur
Desesperados nos contengan
Sobre la brisa del silencio al andar
En la inocencia del deseo de amar
En el abismo de mi cerro a tu mar
En la fortuna del deseo de amar
Amar y amarse más allá y a pesar de todo