Luces de rubí, en calles de neón,
La década vibrante, en cada corazón.
Recuerdos que se mecen, en la brisa del ayer,
Los ochenta resuenan, en el alma otra vez.
Oh, los sueños que volaban, en aquellos días de sol,
La generación que brillaba, con un espíritu inmortal.
En el eco de sus pasos, la nostalgia se despierta,
Los ochenta, un retrato, de una época abierta.
Entre juegos y risas, la vida se pintó,
De esperanzas e historias, que el tiempo anidó.
Un carrusel de momentos, girando sin parar,
La juventud eterna, que nunca dejará de brillar.
Oh, los sueños que volaban, en aquellos días de sol,
La generación que brillaba, con un espíritu inmortal.
En el eco de sus pasos, la nostalgia se despierta,
Los ochenta, un retrato, de una época abierta.
Y aunque las páginas vuelan, el recuerdo no se va,
Es la melodía dulce, que siempre sonará.
Los ochenta, un susurro, en el viento que nos roza,
Una llama que persiste, en la memoria hermosa.
Así se canta la historia, de una era sin igual,
Con la fuerza de los días, que no volverán.
Pero en cada nota nuestra, la década revivirá,
Los ochenta, una promesa, que siempre nos guiará.