Se me pone mala sangre al verla por la calle sofocada y como puede, con las piernas hinchadas, anda fregando suelos la madre del chiquillo, al que encerrasteis ayer y sisa a su marido. Todito pa su niáo que tenéis en presidio por media cuarta de hachís. Me da vergüenza ajena, encerrando a un chiquillo pensáis que hacéis justicia. Pero yo me fumo de todo, de todo, de todo. Y me tiro de todo, de todo, de todo. Y que se enteren todos, todos, todos. Porque hago igual que todos, que todos, que todos. Y unos estamos fuera, fuera, fuera. Y otros están dentro, dentro, dentro. Y unos lo ganan todo, todo, todo. Y otros lo pierden todo, todo, todo. Legalizarlo todo, todo, todo. Y soltarlos a todos, todos, todos. Y hay que decirlo todo pa que se enteren todos, que está podido todo.