Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo
Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario
Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar
Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo
Un fantasma
Y dieron voces de miedo
Pero en seguida
Jesús les habló, diciendo
Tened ánimo; yo soy, no temáis