Sentado en la misma roca conocí al anciano que me extendió una mano
Creí saber cual era su intención pero comprendí que no había explicación para aquella sensación
Aquel saborcito digno de admiración, recorrió mi cuerpo como una canción
Dejandome sin aliento sin respiración
Parece que caigo en un sueño, todo se acelera, todo se hace más lento
Al ritmo del latido de centro de centros
Danzan las estrellas, los árboles y el fuego y sin darme cuenta lo hace también mi cuerpo
Sigo sin entender lo que me está sucediendo
Ya no existe tiempo ya no existe firmamento
El pasado se ha fundido con el futuro incierto