Llego tomando trago ese dia como siempre Lo cierto es que al muchacho le decian cupido Dispuesto en el amor, sincero y buena gente y de trato especial porque era un buen amigo. Asi llegó el hijo bueno, volvio de nuevo, de vacaciones. A donde su novia de planta, a esa muchacha de tantos aáos La que guarbada su espalda y soportaba mil aventuras esa niáa de su casa, que por su fianza son tan seguras. Pero el que juega con la candela, cualquier dia se quema de algun modo. De una falda le salio una deuda que debia pagar con matrimonio. Que la sombra fatal de una farsa, las palabras sobran, las conciencias hablan. Una familia cerrada a la banda que lo presionaba reclamando onra. Yo no he sido, Dios la sabe. Decía cuando lo acediaban. No he mentido, ella sabe. Por Dios que yo no he hecho nada (bis) No falta una cizaáa que la llamas prenda, se dice lo contrario si aumentan palabras Así se desafió con el que resultara hermano de la seáorita del problema. Con mil recados y azaáas las amenazas lo saturaron y se resuelve el muchacho como el más manso y ella le toca constantemente él tomando y pregonando su vida incierta, yo a nadie ando acostando, pero si alguien me toca me encuantra. Y hubo un duelo aquella tarde negra, se tiraron los muchachosÂ…bueno no hay pelea buscada que no se pierda, el adagio se cumplió de nuevo. El fracaso terminó a dos hombres y dos tiros nobles Fueron sucismados. Un cepelio y una cilla ruedas, limitado queda el que al fin salvaron. Unos toman dulces tragos y a otros les da el guayabo. Unos tomen piáa entera, y a otro les da Unos rompen pero el daáo, entonces lo paga un sano (bis)