Ah, ah, ah, ah, ah
Ah, ah, ah, ah, ah
Escucha, hermano, al Dios del cielo,
Sus ejércitos de ángeles nunca abandonan la lucha.
No frenes tu fe por esperanzas efímeras,
Ni permitas que la pena como serpiente te hiera.
Que el gozo de tu corazón se apodere,
Del Gran Padre, Rey del cielo vendrá la gracia.
No habrá ni confusión ni miedo,
Pues nuestro Dios nos sostiene entre Sus manos.
Levanta, creyente, tu estandarte,
Pues al que amas no está muerto.
Tu guerrero lucha contigo a tu lado,
Al festín del cielo invita a tu hermano.
Levanta, creyente, tu estandarte,
Tu guerrero lucha contigo a tu lado
Ah, ah, ah
Delante va el Señor de los ejércitos,
Por encima lo sigue su corte celestial.
Con tus labios narra las grandezas,
Que tus ojos al Señor verán.
Oh, Señor, guía nuestras almas,
Tu luz ilumina nuestro sendero.
En cada paso, en cada batalla,
Tu amor nos envuelve y nos fortalece.
Bendito seas, mi Salvador y Rey,
Tu amor es nuestra victoria.
En Ti encontramos paz y esperanza,
Nuestra fe se renueva en Tu presencia.
Levanta, creyente, tu estandarte,
Pues al que amas no está muerto.
Tu guerrero lucha contigo a tu lado,
Al festín del cielo invita a tu hermano.
Levanta, creyente, tu estandarte,
Tu guerrero lucha contigo a tu lado
Ah, ah, ah
Cada día, Señor, te alabamos,
Tu nombre exaltamos con fervor.
Eres nuestra guía, nuestro refugio,
En Tu amor hallamos nuestro hogar.
Dios del cielo, en Ti confiamos,
Tu poder nos sostiene y nos renueva.
Por siempre te adoraremos y exultaremos,
En Tu presencia, nuestras almas se gozarán.
Oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh,