En la quietud divina eres amor que se revela,
Espíritu Santo, guía que nuestra senda sella.
Santidad que abraza, sabiduría en la piel,
Consolador eterno, en tu paz encontramos premio.
Espíritu divino, redentor de corazones,
Luz que ilumina, consuelo en las emociones.
Fortaleza que nos eleva, en tu gracia renacemos,
Unidad que nos une, en tus brazos florecemos.
Presencia eterna, fuego que no se desvanece,
Entendimiento claro, en la oscuridad florece.
Iluminas nuestras almas, inspiración celestial,
Tu conexión eterna, es un fuego especial.
Espíritu divino, redentor de corazones,
Luz que ilumina, consuelo en las emociones.
Fortaleza que nos eleva, en tu gracia renacemos,
Unidad que nos une, en tus brazos florecemos.
Renovación en cada aliento, gracia que transforma,
Revelación en el silencio, en tu manto se transforma.
Amor que abraza como fuego, consuelo en la tormenta,
Espíritu Santo, en tu presencia el alma canta.
Espíritu divino, redentor de corazones,
Luz que ilumina, consuelo en las emociones.
Fortaleza que nos eleva, en tu gracia renacemos,
Unidad que nos une, en tus brazos florecemos.
En el abrazo del Espíritu, renace la canción,
En el nombre del Santo, nuestra alabanza es bendición.
Que tu amor nos guíe, en cada nuevo intento,
Espíritu Santo eres nuestro eterno aliento.