Aunque el sol a veces tarda en llegar,
Y el cielo se tiñe de gris,
Mi tierra sigue viva en cada rincón,
En el rostro de un niño que sueña feliz.
Las sombras del poder no pueden callar
Las voces que claman por un nuevo amanecer,
El tirano jamás podrá borrar
La fuerza que llevamos bajo la piel.
No nos robarán la esperanza,
No apagaremos la luz en el alma,
Nuestros sueños son alas que vuelan,
Y un día encontraremos la calma.
El mal no dura para siempre,
Ni el corazón del cruel nos detiene,
Porque el futuro es nuestro,
Y juntos venceremos el miedo.
Las calles resisten, el pueblo de pie,
Con ojos que brillan en la oscuridad.
Los niños juegan sin saber por qué,
Pero en sus risas hay libertad.
Aun cuando la maldad parece ganar,
Sabemos que un mañana vendrá,
Donde el amor será más fuerte
Y las cadenas se romperán al fin.
No nos robarán la esperanza,
No apagaremos la luz en el alma,
Nuestros sueños son alas que vuelan,
Y un día encontraremos la calma.
El mal no dura para siempre,
Ni el corazón del cruel nos detiene,
Porque el futuro es nuestro,
Y juntos venceremos el miedo.
Con cada paso, con cada voz,
Forjamos el camino hacia el sol.
El tirano no puede entender
Que nuestros sueños no tienen fin.
No nos robarán la esperanza,
No apagaremos la luz en el alma,
Nuestros sueños son alas que vuelan,
Y un día encontraremos la calma.
El mal no dura para siempre,
Ni el corazón del cruel nos detiene,
Porque el futuro es nuestro,
Y juntos venceremos el miedo.