En una fiesta navideña
De alegría y tradición
Alguien desempolvó un son
Que dejó a todos en tensión
Con el arbolito no
¡Por favor, qué barbaridad!
Que esta noche es de alegría
No blasfemias, ¡qué falta de piedad!
Todo iba de maravilla
Las copas llenas al brindar
La familia disfrutando
Nadie pensaba en qué iba a pasar
De repente un músico loco
Se animó con una canción
Una vieja letra olvidada
Maldecía la Navidad con pasión
Con el arbolito no
¡Qué clase de herejía!
Mientras todos se reían
La tía abuela casi se desmayaría
¡Maldigo las luces, el verde y las bolas!
Cantaba el músico sin compasión
¡Que ardan las ramas del pino maldito!
Gritaba con toda su voz
Las risas llenaban la sala
Nadie podía parar
Pero la tía abuela en un rincón
Se tomó la cara y empezó a gritar
¡Con el arbolito no!
Exclamó con horror
¡Cómo es posible esta falta de amor!"
Mientras el músico seguía
¡La fiesta ya era un clamor!
Con el arbolito no
¡Ay, pobre de la tía abuela!
Que entre risas y canciones
Ella sufría con la escena
Al final alguien lo calló
El son maldito se terminó
Mas la pobre tía abuela
Esa noche la paz no encontró
¡Que no se vuelva a cantar nunca más!
El árbol es símbolo de paz
Y aunque la fiesta volvió a su rumbo
La tía auguró un mal presagio rotundo
Con el arbolito no!
¡Qué frase tan inmortal!
Ahora todos la repiten
En cada festejo anual
Con el arbolito no!
Con el arbolito no!
Con el arbolito no!
El músico loco era yo!