Plegarias
En la ciudad las almas pobres
Penando lloran su arrepentir
Sobrevolaron sus cenizas
Se encadenaron por abandonar
La llama que nos llega
El arzobispo de una iglesia
Orando implora hacerlos ascender
La llama que nos llega
Nos enseña que el dolor
Nos acerca más hacia la fuente
De un sol aliviador
Y aunque estés vencido
Necesitas entender
La vida es un estado
Que no puedes detener
El crecimiento se hizo lento
Pero en la puerta penetró la luz del sol
La vida es un estado de fe