Duele tanto volver
A donde siempre fui una sombra
Busqué mis pasos ayer
Atardeciendo entre la infancia
Y la nueva piel
A trasluz la humanidad
Eran dos palomas mudas
No sabía qué iba a ser
Mientras corría la savia
Sangre del mundo y libertad
Y dibujé
La risa en tus paredes
De pueblo, de ciudad
En la verde profundidad
Hasta el alma se veía
Entre los troncos nudosos
Oí brillar a la alegría
De saber que soy
Y en mi desear
Y en mi futuro no
Sabía qué iba a ser
De mi fe
De mi fe
De mi fe