En las heladas corrientes
Del valle del laurel
Hay un palacio abandonado
Donde vivía un rey
Que en tempestad condenaba su pueblo
A la frialdad de su estúpido verso
Que aplaudido por la inconciencia
Era recibido bien
Lalalalalala (laralalala lara la lara)
Lalalalalala
Había muy pocos que a escondidas
Cenaban con el rey
Le festejaban sus promesas
De bosques de papel
Y celebraban bebiendo la sangre
Y comiendo la carne de bestias salvajes que
Solían ser seres sagrados
Enviados por el bien
Lalalalalala (larala lala lara la lara)
Lalalalalala
Pero cuando el hambre en el pueblo
Comenzaba a nacer
Y la gente golpeaba puertas
Pidiendo de comer
El rey dejó que su valle muriera
Por más que las voces movieran la tierra y
Sin importarle lo que luego pudiera suceder
Cuando una gran enredadera
Comenzó a crecer
Y fue envolviendo las paredes
Del palacio aquel
La voz del bosque se hizo notar
Y en la tierra surgieron los frutos de la verdad
Y por fin cantaron las flores
Que ahuyentaron el mar
Y por fin cantaron las flores
Que ahuyentaron el mar
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
Lalalalalala
(Aaaaaaaa)
(Aaaaaaaa)