Llegó el muchacho aquel de nuevo al pueblo verdad que la novia fue lo primero la citó y siguió bebiendo pa esperarla ahora y aquella muchachita pueblerina que de ser novia de él vivía engreída ansiosa decidida y con orgullo hizo todo lo que pudo pero no se vieron. Y fué verdad no pudo salir yo se lo exigí, le mandé razón, que era obligación intransigente porque había tomado y le mandé a decir en un papel puedes escoger porque yo me voy no nos vemos hoy, y pudes dar todo por terminado. Volví al poco tiempo entonces cumplí mis palabras yo no le escribí ni le hablaba, y de ella no hacía ni mención y ella sin embargo, que quizás era la agraviada me mandaba razón y nada, y el romance al fin se acabó (bis) I I La misma paisanita puritana al cabo de unos aáos ya educacda la encontré mientras paseaba muy lejos del pueblo con aire de ciudad y tan cambiada dudé de su moral la vi tan rara apenas creo que si se le notaba que a mi encuentro recordaba sus amores viejos. y claro fue mi novia otra vez, porque la busqué y ella ansiosa igual, sin pensar jamás que habían barreras que nos ponían lejos me da cariáo, amor, frenesí quien pudiera más, sin embargo a mi no me sabe igual, tiene malicia ya no sabe a pueblo. Porque no es aquella del ambiente, ahora esta chapeada si era linda y no se pintaba, si era sobria y original borracho destino, una vez no aprecié de aquella es distinta pero ella es buena, no me obligues a claudicar porque claudicar (bis)