Se gana la vida perdiendola
en la ciudad sin corazón.
Su nombre suena a cementerio
lo sabes también como yo.
Su cielo es de negro asfalto,
luna y estrellas son de neón.
Luces en los barrios ricos,
en los pobres no brilla ni el sol.
Sus fuentes de agua, echan sangre.
Bombas de riego, escupen sudor.
Alcantarillas, gasolina.
Sus jardines de cemento son.
La lluvia que cae, son lagrimas.
La música, claxon y motor.
En los parques florecen agujas.
Sus paraisos se llaman alcohol.
Sus rios tienen cauces secos,
sus mujeres tedio, frustración.
Por las cloacas va el hombre,
por las calles marcha el ratón.
La gente tiene ojos cansados.
Sueáos de plomo, pelo de carbón.
Las noches pesan en sus hombros,
sus pensamientos son desilusión.
La ciudad se llama Perdición.
La ciudad se llama Perdición.
La ciudad se llama Perdición.
La ciudad se llama Perdición.
Las fábricas roban tu tiempo.
Solo dos días de diversión
por cinco maáanas de frio
y estar bajo el pie del patrón
Perdió su vida ganándola
en la ciudad sin corazón
Su nombre es... Perdición
Lo sabías también como yo.
La ciudad se llama Perdición.
La ciudad se llama Perdición.
La ciudad se llama Perdición.
La ciudad se llama Perdición.