Canciones intocables, lugares anchos y largos
Cervezas abiertas cuando teníamos veintidós
Y las conversaciones duraban y duraban
Qué te puso tan triste, que dejaste de escribir
Esos poemas que nos gustaban tanto?
De las fiestas de aquel verano largo
Recuerdo una. Cerca del final
Cayó un aguacero cálido de pronto
Rompió los toldos, desbordó la piscina
Tú saliste a bailar casi desnudo, riendo como un loco
En medio de la calle saltabas en los charcos
Terrible hermano
Los jóvenes heridos también somos jóvenes
Te fuiste pisando sitios que el sol no tocaba nunca
Casas, prados, otros trenes
Pasaron en el viaje del que vuelves
En el porche desconchado ahora crecen aloes
Y geranios enredados sólo en sí mismos
El frescor sigue llamando a la siesta
Aunque ya nadie lo escucha, sigue llamando