Y de repente una tarde
A la hora de la siesta
Todos los niños
Se escapan de su casa
Y empiezan a correr
Centenares de niños
Algunos en pijama
Unos tienen ositos de peluche
Los más grandes agarran
De la mano a los pequeños
Para que corran más
Están todos los niños
No ha quedado ninguno en la ciudad
Uno en silla de ruedas
Va delante guiando
A toda velocidad
Otros van en triciclo
Otros en bicicleta
Aunque ninguno habla
Y les falta el aliento
Su sonrisa es enorme
Hay un brillo en sus ojos increíble
Cuando la luz los toca
Unos ojos gigantes
Son una nube de muchos colores
Que avanza en la autopista
Haciéndose más grande cada vez
Cuando pasan por un pueblo
Y se juntan más niños
Y los perros los ven desde las puertas
Los miran asombrados
Todos los niños del mundo
Saliendo por los cruces
Para juntarse al grupo
Sin pararse un momento
Kilómetros de niños
Hasta que el suelo tiembla
Debajo de sus pies
Y llegan a una playa
Y no pueden seguir porque está el mar
Se miran en silencio
Con el brillo en los ojos
Vuelven a sonreír
Y entonces se levantan
Empiezan a volar