La sed del viajero que aguarda con ansia
Con la impaciencia del que
Por el camino a la tierra del Sol
Allá dónde el campesino es a su vez
Dueño marqués y señor
No la sacia ni el vino en cerámica
Ahí por caminos de oro
Y arboleda que se mece
A merced de esta brisa del sur
La guitarra de este viajero entonará
Una melodía para estas líneas que escribo
Y no habrá para él
Mayor espejo
Que esta Córdoba nuestra
Este fortín: ahora blanco ahora no
Que le haga comprender
Que entre el viajero el músico
Y el escritor yace la lluvia de este abril
Que empapa los adoquines de esta medina
Y este viajero (yo)
En esta Córdoba (que no es mía)
Se sienta en la plaza de la pena
En jornada de cruces y verbena
Pensando en el incesante juego
De subir y bajar del limonero
De aquel felino enamorado del mar
Agazapado cada noche
En un balcón del puerto de Motril
Viendo al gentío pasar
Y este viajero (que soy yo)
En esta Córdoba (que no es mía)
Se sienta en la plaza de la pena
En jornada de cruces y verbena
Pensando en el incesante juego
De subir y bajar del limonero
De aquel felino enamorado del mar
Agazapado cada noche
En un balcón del puerto de Motril
Viendo al gentío pasar