Cruza a nado El Salado
Olvidando su niñez
Como gran telón
Ese cielo y el sol
Que le dicen adiós.
Por pantanos y bañados
Va cruzando al otro lado
Recordando
El encuentro
Con aquellos cuervos.
Sigue por el sendero
Que te lleva al monte escondido
Donde vive
La venganza
Pero no te tocara.
El lamento de un alma en pena
Pone alerta tu sordera
Y pronuncia
Sus conjuros
Y transforman un escudo.