Un cigarrillo despide como lágrima seca su brasa gris.
Un cenicero desborda de historias y excesos no tienen fin.
Rebalsan las horas marrones en el diván del insomnio
Que se tiñe con el rímel que resbala por la piel.
Mis manos con tu perfume grabar a tu figura en un cassette.
Tu noche es mi ventana que se anida y se cubre con el verdín.
Rebalsan las horas marrones en el diván del insomnio
Que se tiñe con el rímel que resbala por la piel
Agosto mis pensamientos que se ahogan en límites de papel.
Será tu pelo mi almohada y cuando caiga la copa no estaré.
Rebalsan las horas marrones en el diván del insomnio
Que se tiñe con el rímel que resbala por la piel.