En el monte y en la ciudad susurrante
Todos saben bien lo que es el mal, el mal de antes
Mis viajes no me enseñaron a callar
Me vistieron de otra realidad y heme aquí
Antes que nada permitan que hoy
Tras tanta locura, me aclare la voz
Y antes que nada desnuden su honor
Y denle al que diga que no...
Alas de corcho y papel
Que no se pueden mover
No terminan de ver
Que al que no ven le dan
Alas de la carne y la tierra
Alas que no sienten dolor
Alas que ha forjado la guerra
Y que ya no son de Dios
Puebla el viento y la siento en mi al respirarte:
Nos rodea bien la soledad, un gigante
Y aunque hierva en la fuerza de la intimidad
No conserva del todo su amargo perfil
Dejo en herencia solo esta canción
Y así el que la quiera le diga al que no
Que dejo refleja una libre ilusión
Y así uno termina su adiós
Alas de corcho y papel
Que no se pueden mover
No terminan de ver
Que al que no ven le dan
Alas de la carne y la tierra
Alas que no sienten dolor
Alas que ha forjado la guerra
Y que ya no son de Dios