Verde como el monte que lo vio nacer
No hay ébano tan bello
Como el de su piel
Fueron mis abuelos
Los que me hablaron de él
Y su corazón guerrero
Soberbio, valiente, dueño del metal
Se internó en el monte para trabajar
Todo me contaron de su fuerza ancestral
Y su caracol sagrado
Cuentan que se maldijo
Y desterró su error consigo
Que sólo la miel de Oshun
Pudo rescatar a Oggún
Oh
Arere, Arere, Arere