Bajo nuestra superficie
Se alimenta un titán.
Con su aliento de azufre nos invita a pasar.
Son sus rieles de acero los que te guiarán.
Hacia tu destinado, pronosticado lugar
En sus entrañas de metal aloja pobres sin hogar
Que en su gran necesidad piden monedas al pasar.
Ignorados por condición social
La gente mira sin mirar.
Asesinando todo rastro de su defacta humanidad.
Al final del trayecto a llegar
El titán grita al frenar.
Su aliento adquirido deberá vomitar.
Vomitar.
Las toneladas de poder
Comienzan a retroceder
Y con tatuajes en su piel
Rehace el viaje otra vez.
Subterráneo!
Subterráneo!
Subterráneo!