Era, una tarde de verano
Tu y yo tumbados en esa cama
Viendo pasar la vida
Corriendo, entre sueños nauseabundos
Huyendo de la suciedad
Que habita en ese mundo cruel
Dos birras, una bolsa de chips vacía
Unas cuerdas de guitarra
Daban tono a la situación
Me atisbas, alteras mi conciencia
Me clavas la mirada
Me dejas vacilante y me propones...
Irnos lejos de aquí
Huir de todo esto
Alejarse de este mundo que nos quiere infelices
Irnos lejos de aquí
Hasta soñar despiertos
Hasta lograr que nada importe más que sonreír
Seguimos charlando sobre nuestras tonterías
Intentando quitar importancia a toda esta situación
Quizás somos conscientes, o no, quien sabe
Que se avecina una ocasión para abatir cualquier temor
Vacilas e indecisa, te quitas los zapatos
Pones un vinil y te lanzas al sofá
Y suena, ese tema que nos gusta
Me besas la mejilla y me confiesas que te hago feliz
Te revuelves en mi regazo
Pones cara tranquila, esbozas serenidad
Tarareas, inocente melodía
Y logras, por momentos que olvide...
Irnos lejos de aquí
Huir de todo esto
Alejarse de este mundo que nos quiere infelices
Irnos lejos de aquí
Hasta soñar despiertos
Hasta lograr que nada importe más que sonreír
Y me despierto
Entre el perfumen de tu cuerpo
Entre el sudor de tus abrazos
Entre el calor que inunda toda la habitación
Y me pregunto
Quizás de manera ingenua, incrédula, incauta
Si irse lejos de todo es acercarme más a ti