Semblantes vacíos
Azotados por el silencio que prospera
Son visiones tangibles al galope del engranaje
Vociferan las grietas
Sentido olvidado
Los vientos se acrecientan
El aire lo recuerda
Cicatrices que no cerrarán
Se ramifican por la esencia de subyugar la sintiencia
Gritos silentes de esbozos tras lo verde
También lo escuchamos pero el ruido lo sostiene
Ya nada lo detiene
Como el mar cuando enardece
Las venas abiertas de un cielo traicionado
Nos susurra lo que somos siempre en oídos sordos
Nunca el mundo estuvo tan loco, en el sentido feo de la palabra locura, no en el sentido lindo, loco en el sentido de Que
Es un mundo que destina sus mayores recursos y sus mejores energías al exterminio del prójimo y al Exterminio del planeta de paso.
Osea, nos matamos entre nosotros y de paso matamos la casa donde vivimos (Eduardo Galeano)
Se ramifican por la esencia de subyugar la sintiencia
Gritos silentes de esbozos tras lo verde
También lo escuchamos pero el ruido lo sostiene
Hay señales que se aferran y recuerdos que perecen
También lo escuchamos, pero el ruido lo sostiene
Desiertos pendulares, irreverencias sustanciales
Nunca aprenderemos, hundidos lo sabemos