Yo también entendí el peso de mis acciones en vida
Hoy pretendo ser peor cada vez que muera en líneas
No busqué cariño en calles, ni tuve familia unida
No me refugie en las drogas, me escondí llorando a solas
Esculpí mis pensamientos moldeando sueños abstractos
Hoy me calienta el apoyo de las personas que amo
Busqué a Dios en libros magnos y lo hallé en ritmos insanos
¿Sera por que busque algo que se fundiera en mi extracto?
No moriré a los 27, no quiero entrar a ese club
Prefiero a los 33 y formar uno con Jesús
Soy un ruido alterno, constante en el infierno
Considerame brillante, absurdo o sin ingenio
No vuelco mis sentimientos dentro de mis versos necios
Pero muerto los retomo y nacen mis textos complejos
Soy el lienzo de escritura de 22 personas muertas
Solo no, creo la estructura de letras que me acomplejan
Recibo el fuego, Prometeo, pero me quemo y lo tiró
Por eso despierto tonto, enfermo y sin un poco de alivio
Alighieri me visita en sueños inspirando mi cuestión
Entre comedias de mierda vivo, solo el principe me salvó
Perfeccionando mi guerra, Maquiavelo así ordenó
Soy un soñador perdido, cargar vicios mi misión
Por eso sueño todo el tiempo, y ante todo creo cuestión
No quiero contar esto como una pieza de arte
Suciedad en mi coraje
No marca mucho contraste
Es mas bien una sucia
Manera de manifestarme
Pase 120 días adorando a una mujer
Quería que fuera a Castor
Pero solo fue a Juliette
La ontología me cegó
Y el lisergico encerro
El interés de no volver
A interpretar lo que el ser es
Pues yo no soy nada bueno
Salvo en mis días de encierro
Cuando mis padres me visitan
Y yo en cama finjo vida
Cuando al besar a una chica toco fondo con risitas
Al notar que necesitan respuesta de por que crían
Bestias vestidas de oniria
Son reales, no dormír, de eso se trata la vida
Creían que consumían, pero los consumen a ellos
Yo consumo cuando duermo y entre sueños mato puercos
Entre tantos pactos mezclo mis ideales incompletos
Flow nocivo
Algo grotesco
Como inducir a muerte a cientos
Me despierto entre conceptos
Todo fluye como Heráclito
Nada permanece es la trascendencia de mi animo
De eso depende lo armónico
Desde el sufrimiento agonico hasta el placer del ser catartico
Que sádico!