De plebe se le veía que no iva a ser un tacuache
Mucha gente lo decía este trae porte pa' grande
Pues le buscaba a la vida y con pensamientos muy grandes
Con humildad y con astucia fue como él salió adelante
Su mirada siempre fija y con un porte inigualable
El señor de Sanalona se respeta en donde quiera
Le fascinan las apuestas en carreras de caballos
Y pa' las peleas de gallos nunca lo encuentran cansado
Cuando hay dinero hay envidia quedó otra vez comprobado
Cicatrices en mi cuerpo quedaron del atentado
Le doy gracias a mi madre por sus rezos y cuidados
También a la santa muerte a la que me he encomendado
Para los negocios firme y el cerebro siempre activo
Hay conectas en Culichi y también por el extranjero
La gente que anda con él no navega con el miedo
Y si se llega a ofrecer dan la vida por el güero
La vida da muchas vueltas se gana y también se pierde
De eso él siempre está consciente y el señor no es ni un corriente
Se da los lujos que quiere pues la vida es un instante
Los billetes van y vienen por eso no hay ni un pendiente
Lo miran en caravana y al 100 siempre su plebada
Tiene un rancho en Sanalona y ahí seguido se la lleva
También por el caloron ahí lo miran tranquilón
Jesús Ochoa es el amigo con su gente está el millón