En bosques frondosos Atalanta creció
Cazadora veloz, su fama floreció
Ningún hombre podía igualar su correr
Libre como el viento, difícil de vencer
Prometió sólo casarse con aquel
Que en carrera pudiera ser más fiel
Muchos lo intentaron, nadie logró
Su corazón intacto así conservó
Oh, Atalanta, estrella fugaz
Tu velocidad nadie alcanzará
¿Quién podrá tu ritmo igualar
Y en tu alma un lugar ganar?
Hipómenes escuchó del desafío
Un joven valiente, corazón bravío
Pidió a Afrodita su ayuda y favor
Manzanas doradas le entregó la diosa del amor
En la carrera las manzanas lanzó
Atalanta intrigada su paso frenó
La tentación dorada la hizo dudar
Hipómenes delante pudo avanzar
Oh, Atalanta, tu atención desvió
El brillo del oro te cautivó
Hipómenes con astucia triunfó
Y tu mano en amor conquistó
Unidos en matrimonio celebraron
Pero a Afrodita ellos olvidaron
La diosa ofendida los maldijo entonces
En leones transformados, tiraron de carros sin opciones
La leyenda de Atalanta perdura al contar
En historias y canciones que suelen narrar
La veloz cazadora que al amor cedió
Y por olvidar promesas, su destino cambió
Oh, Atalanta, ejemplo de pasión
Entre la libertad y el corazón
Tu historia enseña sobre honor y amor
Y las consecuencias de olvidar el favor.