Desde que llegaste veo mis sueños al revés
Disfrazando el tiempo y el recuerdo entre café
Has cambiado el semblante de mi piel
Derribando cada instante que planeé
Mi grandeza se fue
Y en tu boca pequé
Has doblegado el silencio de mi voluntad
Volviendo frágil y débil esta soledad
Somos seres de papel
Quemándonos por placer
Ya no hay nada que decir
Dóblame a tu antojo la fe
Pasa el tiempo lento hasta el amanecer
Reclaman tus ojos la amargura de volver
A tus brazos fríos donde nunca me encontré
Espero jamás regreses que ya te olvide
Mi esperanza se fue
Y en silencio te hablé
Somos seres de papel
Quemándonos por placer
Ya no hay nada que decir
Dóblame a tu antojo la fe
Ya no puedo más
Ya no quiero más de ti
Desgraciado corazón
Me derrumbas sin dolor