En una taberna de luces y sombras,
Un viajero de rostro gastado entre risas y copas
Amigo, dice, conoces la historia asombrosa
De la mujer paladín que ganó el cielo
Pero perdió el amor de su vida.
En batallas feroces con valenta sin par,
Su espada brillaba como el sol al despertar
Defendiendo a los débiles, su misión siguió sin cesar,
Su corazón puro, un ejemplo sin igual.
A la flama de plata la mujer adoraba
Y a sus amigos ella les cuidaba
En un día feliz, ella conoció
A un gran marqués de riqueza y renombre.
No sabía que un día en un acto de amor y devoción
Sacrificara su vida en una misión.
Los dioses la vieron y en su compasión
La elevaron al cielo dándole su bendición.
Intentó un día descender, a su pueblo a ayudar,
Pero los dioses le negaron su lugar
Desde las alturas, sin potencia y pena,
Lleva una eterna condena.
Así en su divinidad, quedó prisionera,
Una diosa triste su poder y su prisión.
El borracho solloza,
Dejó lentamente su copa de madera.
Esa es mi condena
Ser elfo y haber conocido a Shandra,
Haber conocido el amor más puro
A veces amar significa también vivir
En la pérdida con el corazón hecho piedra
Pero nunca me arrepiento
De haber conocido el amor más puro
De haber conocido el amor más puro