En un lugar al sur,refugiados del frio y del deber. Entre el humo y el cafe cinco ratas y un viejo blues.
En un rincón olvidado chillaba una armónica, y rompía el tiempo en millones de palabras.
Los gatos hambrientos,buscaban su presa y todo estaba tranquilo en la cueva de ratas.
Era un viernes diferente y disfrazados entre la gente ese mundo sucio y arrogante les cerro el bar.
Con un rumbo bastante incierto recorrieron la ciudad.
Los gatos hambrientos...
Van para el mismo lugar porque no hay ninguna regla en la cueva de ratas.
Los gatos hambrientos.