Cómo seguís a mi fueye
Bailando la cumparsita,
Canchereada, suavecita,
Tranquila, sin contratiempos.
Tus pasos llevan el tiempo
Que marca mi bandoneón
Y en el vaivén juguetón
Del escote de una mina,
Junás la mercadería
Con ojos de sobrador.
Somos tres para entendernos.
Yo, vos y mi bandoneón.
A veces te sigo yo.
Otras veces me seguís,
Te parás, te haces el gil,
Estirás la gamberola
Y si la piba, muy piola,
La esquiva con firuletes,
Vos le ponés el membrete
De una palmada en la cola.
Nada de conversación.
Cuando vos bailás, bailás
Y solo te concentrás
En el ritmo y en los pies.
¿chamuyar? eso después,
Cuando el bailongo a finito.
Entonces sí, despacito,
Entrás a darle la lata
Y te llevás a la áata
Del brazo a tu bulincito...