El miedo nace en las heridas
En manos tendidas
En ideas rendidas
El sueño olvidado de una revolución que no llega
Sangre seca en las manos
Rezagados en un reposo que se prolonga hasta la saciedad
Tierra en los ojos
Los ideales se vuelven carne y hueso
Se oye la llamada. El sueño acaba
La noche de los hombres llega a su fin. Mi sangre hierve