La festividad espiritual
En el abismo de su mirar
Cada vez que su manantial se agota suelta el caudal
Imaginaba un escenario mejor
A esta altura de las cosas
Y sospechaba hasta de su sombra
Fue en ese entonces
Cuando yo la conocí
No entran más en esa cueva
No entran más desde la hoguera
Ya no pude resistir
Cuando pregunto por mi
Muy cerca del cañaveral
Logró la paz tan ansiada
Misteriosamente es verdad
Hay un milagro por cada alma
En cuanto a mí
Acepte mi destino
En plena madrugada
Perros corrían al viento bolsas vacías
Ascendiendo hacia la nada
Y dos fugitivos
No se relacionan bien con su dios